Largas horas frente a la PC o al teléfono móvil y otros dispositivos electrónicos pueden llevar a que necesites utilizar lágrimas artificiales. La disminución de los parpadeos mientras utilizas este tipo de artefacto y la exposición permanente del ojo, causan secamiento ocular, por lo cual es necesario ofrecer descanso a la vista y también recurrir a las lágrimas artificiales como aliadas para mantener la lubricación ocular.
Comencemos por lo más básico: ¿Qué son las lágrimas artificiales?
Las lágrimas artificiales son colirios que refuerzan las lágrimas naturales que se encuentran en tus ojos. Estas funcionan impidiendo que tus ojos se resequen y que, por lo tanto, aparezcan los problemas que esto puede causar. Diciéndolo en otras palabras, las gotas artificiales terminan siendo para tus ojos lo que la crema hidratante será para la piel de tu cuerpo; es decir, los protege y también los mantiene hidratados.
La mayoría de las lágrimas artificiales las puedes conseguir en cualquier farmacia sin ningún tipo de prescripción facultativa; sin embargo, siempre es necesario conversar con el oftalmólogo sobre cuál es la indicada para cada caso, Ya que en condiciones severas de afectación a los ojos, más que lágrimas artificiales pueden llegar a requerirse ungüento o gel.