Tomar una ducha es un acto diario que realizamos muchas veces de manera automática; sin embargo, puede resultar ser todo un ritual para estar activo o para darle al cuerpo el descanso que merece.
Lo cierto es que, la hora en la que tomas una ducha, puede ser decisiva para enfrentar algunos detalles de tu rutina diaria, por lo que, muchas veces, puedes terminar afectado negativamente, especialmente si ese baño, te lo das en la mañana.
Una ducha por la mañana: el hábito para quienes quieren terminar de despertarse
Si eres de los que siente que la noche se le va en un pis pas y que al sonar el despertador solo quieres ponerte la cobija y seguir durmiendo, seguramente formas parte del porcentaje de personas que apenas al levantarse, van a darse una ducha revitalizante.
Esta es una práctica muy extendida, y en realidad parece resultar beneficiosa para muchas personas que solo se activan cuando les cae agua sobre la piel. Pero, ¿qué tan recomendado puede ser darse una ducha en la mañana?