Todos los días, nuestros sentidos se alimentan con miles de nuevas impresiones. ¿Hay un motivo psicológico por el que recordamos algunos recuerdos para siempre y olvidamos a otros inmediatamente?
Si la gente no pudiera recordar nada, no sabrían nada. Si la gente pudiera recordarlo todo, lo sabrían todo, pero no les serviría de nada. Nuestra memoria es una parte central de nuestro ser, por lo que los humanos siempre hemos pensado mucho en nuestros recuerdos.
Nuestros recuerdos
Ya en el siglo IV antes del año cero, Platón ubicaba los recuerdos en el núcleo de nuestra existencia humana: el alma. Allí, según el filósofo griego, nuestros recuerdos están impresos en tablillas de cera. No recordamos lo que no está presionado en estas tabletas de cera internas.
«Cuando la cera de uno se aplica en gran medida en el alma, y se suaviza en abundancia, suave y debidamente», escribió Platón, las «huellas marcadas, siendo limpias y de suficiente profundidad, también son permanentes».