La garrapata es un parásito externo que se alimenta de la sangre de su huésped, los cuales pueden ser cualquier animal como aves, perros, gatos e incluso reptiles. Durante el verano se incrementa el número de estos insectos, por lo que es muy común que al sacar a tu perro de paseo regrese con alguna que otra garrapata.
Estos insectos se reproducen muy rápidamente y pueden infestar una casa en cuestión de días, haciendo que los humanos terminen siendo huéspedes de los mismos. La garrapata posee un tóxico que a muchas personas les provoca una sintomatología de leve a muy grave, por lo que su picadura, no debe ser tomada con poca seriedad.
Enfermedad causada por la garrapata
Existen 800 especies de garrapatas diferentes, y si bien es cierto que la mayoría no produce enfermedades, existe una especie en la que la hembra de cuerpo duro produce un tóxico responsable de producir parálisis en los niños, además de otros síntomas graves en los adultos y que son el resultado del tóxico que inoculan al momento de la picadura.
En los adultos, la picadura de la garrapata también puede producir síntomas de leve a grave intensidad, dependiendo de cada persona. Entre los síntomas podemos mencionar inflamación del lugar de la picadura, sarpullido cutáneo, ampollas y síntomas graves, como dificultad para respirar, debilidad, movimientos descoordinados e incluso, puede provocar un paro respiratorio comprometiendo la vida del paciente.
