Las personas mayores a menudo están expuestas a cambios serios en sus condiciones de vida. Las residencias de mayores deben tener muy en cuenta todos los factores que cubren una buena alimentación en la vejez.
Los cambios físicos o las limitaciones causadas por ciertas enfermedades pueden dificultar la alimentación en los adultos mayores. No es raro que surjan dificultades con las compras y la cocina debido a la inmovilidad. Por este motivo, las personas mayores que estén en residencias para mayores deben ser supervisadas para evitar una dieta desequilibrada.
El envejecimiento del cuerpo es un proceso natural. Las cambiantes necesidades nutricionales que acompañan a los cambios físicos requieren una dieta saludable basada en esas necesidades.
Percepción del gusto y el olfato
La percepción del gusto disminuye con la edad, lo que significa que las personas mayores tienen menos apetito. La causa de esto puede ser la disminución de las papilas gustativas.
Los medicamentos también pueden afectar la percepción del gusto. El sentido del olfato a menudo cambia con la edad. Los hábitos alimenticios de las personas mayores a menudo se ven influenciados por el cambio en el sentido del gusto y el olfato, ya que el gusto y el olfato son en gran parte responsables del disfrute de los alimentos.