¿Estamos obligados a cuidar de nuestros padres ancianos? Sí, por un lado. Por supuesto, nuestros padres nos criaron, ¿y quién más los cuidará en la vejez cuando ya no puedan hacerlo ellos mismos?
Hay algunas cosas que ayudan a mantener felices a las familias durante generaciones, y eso incluye: estar conectados por elección. La forma en que las personas de una familia se relacionan entre sí, quién es responsable de qué, no es negociable libremente.
Hay ciertos órdenes que promueven la convivencia o ahogan la vida. Y la cuestión de quién es responsable de cuidar a los padres ancianos juega un papel importante.
El cuidado de los padres en la vejez
A medida que los padres envejecen, necesitan cada vez más atención y apoyo de sus hijos. Esto no es fácil para ninguno de los dos lados.
Un padre que alguna vez nos cambió los pañales y nos enseñó a comer con cuchillo y tenedor puede convertirse en una persona que descuida su higiene y se vuelve dependiente.
La disminución del rendimiento sensorial relacionada con la edad significa que los padres ya no perciben la suciedad y los olores desagradables y reconocen los peligros demasiado tarde o no los reconocen en absoluto.
Están abrumados por las cartas de las autoridades, el banco y las nuevas tecnologías. Se olvidan de apagar la estufa y pierden las llaves.
Las perturbaciones más pequeñas en el ritmo circadiano los desequilibran. Al mismo tiempo, pueden sentirse ofendidos o agresivos al rechazar el apoyo que se les ofrece. Durante esta fase, tanto los padres como los niños deben aprender a adaptarse a los cambios físicos y mentales.