A menudo nos ponemos bajo presión: la duda y la autocrítica exagerada nos corroen. Al hacerlo, podemos aumentar nuestro bienestar amándonos a nosotros mismos, a pesar de los pequeños defectos que todos tenemos. Pero, ¿y si no conocemos el amor propio o si no lo conseguimos? ¿Podemos aprender a amarnos más a nosotros mismos?
¿Qué es exactamente el amor propio?
Cuando hablamos de amor propio, nos referimos a que somos buenos con nosotros mismos incluso cuando las cosas no han ido bien o cuando nos enfrentamos a nuestros propios defectos.
Así que se trata de aceptarte a ti mismo, incluso con nuestros errores y debilidades. Es importante que practiquemos la autocompasión, es decir, que nos tratemos a nosotros mismos en situaciones difíciles como lo haríamos con un buen amigo.
Eso no siempre es fácil. Sobre todo cuando pensamos que somos los culpables de una situación. Una actitud positiva hacia uno mismo, incluso frente a experiencias desafiantes, va de la mano con muchos aspectos positivos. Promueve el optimismo, la satisfacción con la vida y la inteligencia emocional. Cuando podemos amarnos a nosotros mismos, generalmente somos más felices y más abiertos a los demás.