La lactancia materna es la forma más saludable y natural para alimentar a un recién nacido y esta cambia su composición y concentraciones dependiendo de las necesidades del bebé; en sus inicios, será un líquido de color claro, acuoso o amarillo y espeso que se llama calostro.
Para que el bebé forme un sistema inmune saludable, es fundamental para su desarrollo que se alimente de este calostro; posteriormente, la leche materna cambia de aspecto y de composición para darle a su hijo la fórmula correcta según sus requerimientos.
Importancia de la lactancia materna
Está comprobado que no existe ningún producto manufacturado que pueda ser el sustituto de la leche materna, pues los beneficios que provee la lactancia materna son insuperables, ya que esta ayuda a su sano crecimiento y desarrollo en general, fortalece su sistema inmune, y además, crea un vínculo madre-hijo.
Este contacto directo con la madre, favorece el desarrollo emocional e intelectual del bebé; así mismo, tendrá una biodisponibilidad precisa de minerales como hierro, calcio, magnesio y zinc, los cuales son esenciales para su desarrollo.
