La artritis y la artrosis pueden llegar a confundir a muchas personas, especialmente porque sus nombres son muy parecidos, y además, ambas enfermedades afectan más a las mujeres que a los hombres.
Los síntomas de estas patologías son muy similares; y de hecho, tanto la artritis como la artrosis, son enfermedades reumáticas. Ahora bien, estas son patologías que tienen un origen diferente y la forma de abordarlas desde el punto de vista terapéutico es completamente distinta.
¿Qué es la artrosis?
Cuando hablamos de artrosis, nos referimos a una enfermedad crónica, reumática y degenerativa que se produce por el desgaste del cartílago articular que se encuentra en cada articulación para evitar el continuo roce de los huesos. El roce de los huesos es el que produce el dolor en las articulaciones, además de pérdida de la movilidad y edema.
Cada articulación se encuentra protegida por una estructura llamada cápsula articular, la cual se conforma por los extremos de los huesos, el cartílago articular y el líquido sinovial; esta cápsula funciona como un amortiguador y evita el roce de los huesos. Al padecer de artrosis, el cartílago se desgasta y surgen los síntomas.