El metamizol es un fármaco de uso habitual para ciertos dolores que pueden ir desde moderados a severos; así como para aliviar el dolor en procesos postoperatorios. También tiene efecto antipirético, por lo que es muy usado para tratar la fiebre. Es conocido con el nombre comercial de dipirona y viene en diversas presentaciones, tales como en tabletas, ampollas y supositorios.
A pesar de ser un medicamento bastante seguro y muy efectivo, siempre existe la posibilidad que cause efectos adversos en personas que pueden ser sensibles a alguno de sus componentes.
Composición del Metamizol
Este es un fármaco que tiene como principio activo el metamizol que bien podría ser sódico o magnésico. Esto quiere decir que en la configuración molecular de la fórmula puede contener sodio o magnesio, sin que constituya una diferencia en los efectos del medicamento, ya que ambos componentes actúan de la misma forma.
Gracias a que el metamizol es soluble en agua, es un analgésico menos agresivo con la mucosa gastrointestinal que el ácido acetilsalicílico (componente de la conocida aspirina). También brinda un efecto analgésico mayor que el paracetamol, relaja los músculos lisos y disminuye la temperatura corporal.
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