La técnica de respiración adecuada para el trabajo de parto es una de las bases más importantes del parto. Por este motivo, las matronas enseñan con gran detalle varios aspectos de la respiración y la relajación en los cursos de preparación al parto.
Técnica de respiración adecuada durante el parto
La respiración uniforme y profunda no solo alivia los dolores de parto de la mujer que da a luz. Al mismo tiempo, el bebé recibe suficiente oxígeno en el estómago. Incluso si muchos futuros padres ridiculizan inicialmente los cursos de preparación para el parto como «cursos de ayuda», son de gran importancia para la madre y el niño.
Para que el parto sea más fácil para ti y tu bebé, hay ciertos aspectos de las diferentes fases del parto que debe tener en cuenta al respirar. Te los presentamos a continuación.
Reglas básicas de respiración durante el parto y el trabajo de parto
Incluso si es difícil durante las contracciones dolorosas: siempre intenta respirar con calma y de manera uniforme por la nariz. Exhala por la boca ligeramente abierta. Si es posible, ten cuidado de no juntar los labios.
Con la boca abierta, el cuello uterino también puede abrirse más fácilmente. Para proporcionar suficiente oxígeno a tu bebé, nunca contengas la respiración durante el parto, excepto durante la fase de expulsión, en la que debes «empujar» activamente.
No tengas miedo de «olvidarte» de respirar correctamente durante el parto: muchas mujeres respiran intuitivamente durante el parto y aplican fácilmente lo que han aprendido en el curso de preparación. También recibirás instrucciones fiables de tu matrona sobre cómo respirar durante el parto.
La fase de apertura: respiración profunda en el abdomen
Las contracciones van y vienen en oleadas durante la fase de apertura y duran entre 1 y 1,5 minutos. Inicialmente, las distancias siguen siendo relativamente largas. Con el tiempo, los intervalos entre las contracciones se acortan.
La respiración regular es fundamental en esta fase: al comienzo de la contracción, respira profundamente, respira profundamente hacia el estómago y deje salir el aire lentamente por la boca abierta.
Algunas mujeres encuentran útil decir tonos largos como «ooooh» o «aaaah» mientras exhalan. Consejo: Exhala tres veces más de lo que inhalaste. Si tu boca se seca al respirar, beba un poco de agua durante las pausas en las contracciones.
La fase de apertura es seguida por la breve fase de transición. Jadear, que antes se recomendaba, ahora se desaconseja porque las mujeres pueden hiperventilar a través de esta respiración.
La fase de expulsión: ¡No te olvides de respirar!
Durante la fase de expulsión, el cuello uterino se dilata por completo y el bebé es empujado hacia la pelvis. Ahora comienzan las contracciones y por fin puedes esforzarte activamente para que tu bebé pronto vea la luz del día.
En esta fase, muchas mujeres que dan a luz suelen cometer un grave error: para poder acumular más presión, contienen la respiración. Por otro lado, si continúas respirando de manera uniforme, las contracciones son compatibles.
Cuando la contracción haya disminuido, inhala y exhala profundamente nuevamente para recuperarte brevemente del esfuerzo. Esta respiración uniforme también evita la hiperventilación y la dificultad para respirar.
Incluso si el dolor es particularmente intenso en esta etapa y solo deseas pujar para acelerar el parto: si tu matrona te pide que dejes de pujar, escucha las instrucciones. Esto permite que el perineo se estire lentamente sin rasgarse repentinamente cuando la cabeza de tu bebé quiere salir.
Dificultad para respirar: Volver a un ritmo regular
Durante el parto puede ocurrir que te pongas tensa o incluso que entres en pánico. Entonces, la respiración se vuelve irregular y se acelera, por lo que puede ocurrir dificultad para respirar e incluso hiperventilación.
Las consecuencias pueden ser mareos, visión borrosa y ruidos cardíacos deficientes en el niño. Para que este estado vuelva a la normalidad rápidamente, debes concentrarte por completo en la respiración tranquila y profunda. Tu matrona y tu pareja pueden ayudarte a recuperar tu ritmo.
La fase de la placenta: respira tranquila y profundamente
Cuando finalmente sostienes a tu pequeño amor en tus brazos, comienza la fase de placenta. Durante esta fase, la placenta se desprende de la pared uterina y es expulsada como placenta. Incluso cuando lo peor del dolor ha pasado, las contracciones del útero pueden variar de muy incómodas a dolorosas y pueden durar unas pocas horas.
Para aliviar un poco este dolor, es recomendable respirar tranquila y profundamente desde la fase de apertura: se inhala profundamente por la nariz y se exhala por la boca durante un tiempo prolongado.