La psicoterapia siempre ha existido, independientemente de las culturas y épocas. Así, Aristóteles ya describía en la antigüedad griega el sueño como una investigación psicológica. Confundida durante mucho tiempo con la religión, la medicina o la psiquiatría, hoy la psicoterapia es una disciplina muy diferenciada basada sobre todo en la escucha del paciente.
¿Qué es la psicoterapia?
La psicoterapia es un tratamiento que se basa únicamente en medios psicológicos basados en hablar durante entrevistas periódicas. Se pueden hacer solo o en grupo con el psicoterapeuta. La duración del tratamiento varía de paciente a paciente. Va desde unos pocos meses hasta varios años dependiendo de las necesidades.
El objetivo del tratamiento de psicoterapia es mejorar el estado mental de la persona y prevenir las recaídas. Existen varios tipos de psicoterapia dependiendo de la teoría utilizada. Sin embargo, todos se basan en el concepto de interacción cuerpo-mente-entorno. La técnica utilizada se elige según la necesidad y el tipo de padecimiento del paciente.
¿Quién es el paciente?
La psicoterapia está abierta a todos. No hay restricciones de edad. Puede ayudar a cualquier individuo que experimente un sufrimiento psicológico que puede resultar en diversos síntomas como ansiedad, tristeza, fobias , obsesiones, depresión, pensamientos suicidas, pérdida de confianza en sí mismo, trastornos alimentarios , aislamiento, trastornos del sueño , etc.
¿Quién es el psicoterapeuta?
Un psicoterapeuta debe tener un diploma:
- Doctor de medicina
- Maestría en la especialidad de psicología o psicoanálisis
- Debe estar inscrito en el registro nacional de psicoterapeutas
- Debes saber, para la elección de un psicoterapeuta, se recomienda consultar con su médico o un familiar.
¿Cuáles son los diferentes tipos de psicoterapia?
Hay muchos tipos de psicoterapia. Sin embargo, se utilizan principalmente dos: la psicoterapia dinámica (o psicoanálisis) y la psicoterapia cognitivo-conductual.
En primer lugar, existen las llamadas psicoterapias dinámicas
Este primer tipo de terapia está fuertemente inspirado en el psicoanálisis, que apela a la noción de inconsciente. El objetivo es buscar los vínculos entre los problemas actuales y las experiencias pasadas. Así, la toma de conciencia de ciertos recuerdos reprimidos puede permitir la resolución de los conflictos inconscientes en el origen del trastorno. En la mayoría de los casos, el tratamiento tiene una duración mínima de 1 año, con varias sesiones por semana.
Luego están las llamadas terapias cognitivo-conductuales
Se basan en el hecho de que ciertas dificultades psicológicas pueden estar vinculadas a pensamientos o conductas inapropiadas aprendidas o adoptadas a pesar de uno mismo. Este aprendizaje inapropiado está en el origen de conductas automáticas como el hecho de sentirse culpable al ver a un policía por ejemplo. Este tipo de terapia se basa en la observación y análisis de estos comportamientos y pensamientos con el fin de aprender otros nuevos que sean más adecuados. Finalmente, el paciente es expuesto paulatinamente a la situación que le hace sufrir después de haberla enfrentado en su imaginación. Esta técnica es muy utilizada para tratar fobias, ataques de pánico, trastornos obsesivo-compulsivos, ansiedad, estrés, depresión, adicciones, abstinencia de drogas, etc.
Además, también existen terapias sistémicas, familiares (o de pareja) que consideran que el problema no proviene de un individuo, sino de las interacciones con quienes lo rodean. Así, las sesiones se desarrollan en grupos. El objetivo es modificar la relación entre el paciente y su entorno.